lunes, 25 de noviembre de 2013

Por la boca muere el pez

Diario de un inmigrante a 25/11/13.

Estoy en Austria.

Sí señor, en Austria. Encontré trabajo por aquí y allí he vuelto a lanzarme.
Creo que no es porque no haya encontrado nada en otro lado... o porque obligatoriamente tuviera que venirme aquí. Podría haber recibido el paro hasta encontrar algo en la cercanía de donde vivía hasta hace poco en Alemania. Podría haber buscado en otra zona de Alemania... Más al norte, más cerca de mi familia. Pero he tirado para Austria.

Desde un principio estaba convencido de que lo mejor sería irme de Alemania a esta empresa. No sé por qué, pero al final he cumplido con mi deseo.

Ahora he vuelto a empezar en otro país, en el que se habla peor alemán que en la zona de Baviera.
El caso es que da igual, por h o por b, estoy en otro país. Y estoy luchando por conseguir lo que quiero. O al menos lo que creo que quiero.

El caso es que muchos hacen esto como yo, ya no por no encontrar trabajo en España. Sino por cambiar de aires, probar en otros países, conocer qué se siente al estar sólo ante el peligro, conocer gente, dejar atrás algo que no nos ilusionaba o no nos llenaba. Cambiar la seguridad de no encontrar nada digno por la seguridad de no saber qué encontraremos.

Ahora estoy de nuevo en otro país.

Hay gente que te mira mal, gente que tiene interés en saber de tí. Gente que pasa de tí porque ni le importa que estés ni que dejes de estar. Pero el problema está en el desprecio al extranjero porque "roba nuestro trabajo".

Pero es gracioso como hacemos de pequeñas cosas un mundo. Dicen que los extranjeros quitan el trabajo a los habitantes de esa zona. Pero esa empresa vende a otras empresas de otros países muy lejanos y totalmente distintos a los del suministrador en cuestión. A su vez esta empresa tiene suministradores, de los cuales ella es cliente y que también se encuentran por todas partes. Las empresas que dependen de ellas y de las que dependen, dan de comer a su vez a gente de la zona dónde se encuentran y a extranjeros que seguramente también estén trabajando en ellas...

Si la Empresa A, suministrador de B, deja de recibir pedidos de B, no gana más dinero. Si B se encuentra en Bélgica, y A en Austria, la empresa A de Austria debe buscarse otras empresas a las que vender su producto para no perder dinero. O no terminar echando gente. Pero si A no encuentra nada, la gente es despedida. Y entonces hay descontento general y si hay extranjeros en la empresa, la culpa de eso será de los extranjeros, que ocupan puestos que podrían ocupar otros austriacos.

Nada más cierto.

Pues hasta ese momento, esa empresa A vivía de los pedidos de B en Bélgica. Por culpa de una empresa extranjera ahora hay gente que va a la calle. Pero... ¿no ha sobrevivido un grupo de gente, o mejor dicho, se ha enriquecido hasta entonces gracias a extranjeros?
Estaban flotando en una nube que se podia desvanecer en cualquier momento. Y ellos no podían hacer nada, pues se trata de un mercado internacional. Desde Austria no pueden intentar ayudar a Bélgica invirtiendo en algo tan lejano que en realidad terminaría empobreciéndoles a ellos mismos, desde el punto de vista nacional, lo que iría totalmente contra su propia filosofía xenófoba.

Esto es un análisis muy específico sobre un campo en el cual siempre aparece este fenómeno.
Pero se puede extender a otras zonas críticas. Sólo hay que poner dos o tres ingredientes (causas) y aplicarle un poco de calor, tensión, ... y tendremos los efectos.

Pero analizado desde la simpleza se llegará siempre al mismo final.

Todo es básicamente buscar un culpable a nuestros problemas. En el ámbito social internacional, los malos son los extranjeros, que corrompen nuestra sociedad con su cultura y las bocas que tienen que alimentar, reproduciéndose como ratas y destruyendo lo que siempre fue bien en nuestra tierruca.

Pero si se trata de parejas también hay siempre un culpable de que yo no consiga estar con esa chica que me gusta tanto... o conseguir ese puesto de trabajo que siempre codicié... O conseguir tener ese coche que siempre quise y que tiene el cabrón de mi vecino, que se toca los cojones, o siempre está de baja, o qué sé yo.

Envidia y egoísmo que se convierte en un odio ciego, desprecio al prójimo y búsqueda de la culpa en el que tenemos delante... o detrás.

El problema está oculto detrás del término racismo. Pero desde un punto de vista más amplio, lo metería todo junto en egoísmo.
El odiar al extranjero es sólo una variante. Si envidias a tu vecino por el coche que tiene, ya le buscarás algún defecto por el cual tener una explicación para odiarle/no quererle en tu cercanía (aunque este no sea exactamente un defecto, sino que le adherimos automáticamente ese valor).


A un extranjero no le quieres por no pertenecer a tu cultura, al vecino de en frente por no pertenecer a tu clase social, al viejo "ese" por no entender tu juventud (no ser contemporáneo), al niñato "ese" por no comportarse como tú lo harías (lo mismo que con el viejo), al negro por no ser blanco, al blanco por no ser negro, y así... Lo que pasa es que el extranjero lleva muuuuchas cosas distintas ya en su definición. La gente no admite a otras personas por diferenciarse de ellas, y esto lo hace el egoísmo innato en el ser humano. Se dan dos casos. Si tienen algo que se desea, o si lo tienen ya y no quieren darlo. 

Si lo miramos desde el punto de vista que debemos mirarlo, nos daremos cuenta de que las cosas se regulan y que todos tenemos derecho a tener un hueco allí dónde lo encontremos. Y no es que ese hueco lo hiciéramos nosotros empujando a los que ya estaban allí. Si alguien encuentra un hueco, es porque lo había y porque es ley de vida que sea ocupado.

Porque al final todo tiende a ser lo que ha de ser. Y todos tenemos una propiedad muy importante, somos parte de un todo. Todos formamos parte de un paquete. Somos átomos que buscan su posición en el espacio. La composición cambia, las propiedades también (para bien o para mal según como NOSOTROS queramos mirarlo). Pero seguimos siendo seres vivos que intentan sobrevivir.
Deberíamos ver las cosas desde un punto de vista más allá de la valla del vecino o el jardín de la vecina. Y hablar en consecuencia. A veces mordemos la mano de los que nos dan de comer sin darnos cuenta.

domingo, 10 de noviembre de 2013

"Sepp Müller te ha enviado una solicitud de amistad"

Por un motivo o por otro, cuando se habla de Europa, hablamos de una pequeña superficie donde se concentran muchos pueblos de distinta lengua y cultura (dentro de las similitudes lógicas entre pueblos vecinos).

No soy un especialista que pueda hablar sobre lo normal o lo raro de la cantidad de guerras que hemos podido presenciar en esta tierra, ni tampoco de si existe un "ciclo" que defina, según ciertas variables, el número de conflictos que se dan cada determinado tiempo. Pero hablo desde mi humilde e ignorante punto de vista con la poca información (muchas veces errónea) que me llega. Como he hecho desde que empecé este compendio de textos de opinión.

Se sabe que desde ya hace mucho tiempo, la gente se ha movido entre países, e intercambiado cultura y opiniones. Comenzando revoluciones aquí y allí, sembrando la duda de que "todo es perfecto aquí" y con ello ayudando a evolucionar a la sociedad en general. O al menos, ayudando a que exista esa posibilidad de elegir por el simple hecho de saber que existe algo más. Genios se han estado moviendo por distintos países intercambiando teorías científicas, nuevas filosfías y llevando y trayendo consigo la experiencia y sabiduría que atesoraban. Pero las cosas han cambiado.

La gente se mueve por Europa muchísimo más y mucho más rápido. La existencia de una clase media y de las mejoras sociales (grandes o menos grandes según el país) han facilitado que mucha más gente pueda desplazarse y conocer nuevas culturas y tener nuevas experiencias.

Antiguamente, la emigración era en cierto modo obligada. La gente estaba descontenta en su propia tierra. O simplemente no lo suficiente feliz, hasta tal punto que preferían probar suerte lejos de sus hogares y su familia y amigos.
Ahora existe una experiencia previa estudiantil. En la que, de un modo más o menos maduro según los casos, muchos jóvenes de distintos pensamientos, aspecto y lengua se interrelacionan dando lugar a nuevas personas. Pues como animal racional social que somos, queramos o no, dependemos en nuestra evolución de las personas que se cruzan en nuestra vida. Ellas dejan su marca al igual que nosotros en ellas. Y en este caso, esas marcas pueden tratarse de un noviazgo, una gran amistad, o un enemigo de por vida. Pero aunque los estereotipos se mantengan, según la cultura con la que te encuentres, todos nos hemos dado cuenta de una cosa. Que todos somos personas con los mismos problemas, ilusiones y experiencias. Y ahora esas experiencias, problemas e ilusiones no sólo son del mismo tipo, sino que son compartidas desde distintos puntos de vista, o desde los mismos. O lo serán cuando alguien cambie de opinión. Serán vistas desde ojos azules, marrones, negros, castaños, verdes,... Desde la religión católica, evangelista, musulmana,... Desde la canción continua de los idiomas latinos, o la fuerza de los sajones,... Pero las experiencias crecerán juntas.

Cuando se habla del futuro de los jóvenes en Europa, o de Europa en general, se habla de modo pesimista. Jóvenes sin futuro, un mundo basado en la banalidad del consumismo. La eterna rivalidad entre países, causada por movimientos nacionalistas que separan Europa. El ver los países del sur como países donde abunda la vagancia y los del norte como la seriedad hasta el extremo de la depresión y el suicidio.

El caso es que yo he escuchado a mucha gente hablar de Europa como un modo de protección para la supervivencia de los países tan pequeños que somos en comparación con países en América o Asia. Y de la necesidad de estar unidos y de llevarse bien. Sólo hay que imaginárselo.

Y me gusta creer que el futuro de Europa está bien encauzado. Basándome en que la juventud que vive ahora mismo las experiencias que antes no se pudieron vivir, tan en masa como actualmente, está concienciada y tiene una forma de pensar distinta. Porque lo han vivido. Lo han compartido con otras personas. Y estas personas se llaman también David o María, o Fran o Cristina. Pero ahora se pronuncian distinto. O se escriben también distinto. O directamente tienen nombres tan distintos que por sí solos llaman nuestra atención y nos parecen bonitos o directamente horrendos. Pero que después se convierten en un "pues yo conozco una Katja". Y lo mejor de todo, es que estarán hablando con un compatriota y le dirá "pues mi novia se llama así, la conocí en Frankfurt".
No soy el único que tiene contactos en redes sociales, con los que tengo que utilizar otra lengua para comunicarme. Incluso a veces tienes que pensar en qué lengua tenías que hablar con esa persona. Y a veces, puedes utilizar dos de ellas a la vez sin tener apenas problemas para entenderte.

El caso es que no sólo en el ámbito social, sino en el tecnológico y filosófico, se ha evolucionado mucho en los últimos años, por la colaboración de personas de todas las partes del mundo como un único equipo, con un único fin. Y es que aunque somos individuos, la unión hace la fuerza.

Si me preguntan alguna vez que pienso del futuro, diré que nos espera un cambio, lento o rápido, pero no será tan negro como lo ponen. Estamos todos en el mismo barco. Ahora sólo hay que organizarse para que ese barco salga a flote y funcione.

viernes, 12 de julio de 2013

Fiestas y agresiones

Hoy, mi familia y yo, hemos tenido en la mesa a la hora de comer una controversia un poco agitada hablando sobre esas agresiones sexuales que se han llevado a cabo en las fiestas de San Fermín.

Por lo visto no es de este año y se lleva repitiendo desde hace tiempo y el caso es que me parece muy grave que algo así pueda ocurrir cada vez más repetidamente en este nuestro país.

Hay muchos factores que pueden influir en la tendencia a cometer estos actos poco civilizados al aire libre, delante de un público muy numeroso, y que, además, es a la vez testigo y cómplice.
Además cada año es más internacional, eso está claro, y todo el mundo quiere participar en las corridas y en la fiesta. Unos emborrachándose, otros corriendo y la mayoría pillando cacho.

El caso es que, sin entrar en la procedencia o la naturaleza de los individuos que han participado en tal atrocidad, el tema de discusión era más general. No era el San Fermín o la borrachera y la desaparición de inhibiciones que ésta provoca. Sino la diferencia entre instinto y civilización, la existencia de sentido común y la probabilidad de que todo ocurra. Nada es imposible.

Los dos bandos estábamos enfrentados, padre e hijo contra madre e hija.

Para nosotros, la forma de vestir y actuar es determinante a la hora de saber como puede acabar un acontecimiento. Pero no sólo nos referimos a una chica que muestra pechuga. Se trata de provocación en hombres y mujeres.
Un hombre que va a una discoteca con su camiseta de tiranta, enseñándo músculo, gafas de sol en la cabeza (es de noche por supuesto), miradas desafiantes a cada chaval que pasa por su lado, empujón,... naturaleza viril. Algo que alguna vez siempre hemos hecho (aunque no así vestidos) en mayor o menor grado. Demostrar que estamos ahí. Naturaleza e instinto. Ese chaval que provoca tiene más posibilidades de entrar en una pelea que el que va normal, aunque no la buscara. Incluso el que intenta pasar desapercibido puede tener también bastantes papeletas para encontrarse en la trayectoria de un puño o una navaja. Así es nuestra "civilización". Estamos tan civilizados que nunca podremos firmar un papel donde se afirme que no saldrá nuestro instinto a relucir.

Lo mismo pasa con una chica que provoca con su cuerpo o sus gestos. Las tías de alrededor la odiarán a muerte sólo por ser ella, o por actuar así. A los tíos se les irá la mirada detrás de ella y babearán y se las verán y desearán para poder terminar con ella en la cama. Otros simplemente comprenderán que está fuera de su alcance. Pero absolutamente todo el mundo en esa discoteca habrá notado su presencia. Y eso, fuera o no el objetivo de la chica, es lo que ocurre cuando alguien provoca o enseña más de lo necesario. A veces es incluso así cuándo los individuos son de por sí sobresalientes.

Por el lado contrario, en la parte femenina del jurado, se negaba la provocación de estos individuos aludiendo a su inociencia e ignorancia y se acudía como defensa a la legalidad y libertad de cada persona para hacer lo que le venga en gana, ya sea en vestir, actuar o consumir siempre y cuando no buscaran de algún modo la pelea o la agresión, o incitaran a ser agredidos.

Yo por mi parte he de aclarar que no soy defensor de ninguna agresión ni estoy de acuerdo con que se agreda sexualmente a una mujer (u hombre) sólo porque haya mostrado sus pechos o su tableta de chocolate en una fiesta a los hombros de un/a mozo/a rodeada/o de borrachas/os que han perdido casi el conocimiento (o algunos que actúan como si lo hubieran perdido). Pero llamo al sentido común y pido a todo el mundo que reflexione y se acoja a la pronta prudencia para evitar tales acontecimientos y mejorar la experiencia de las fiestas.

No soy machista si digo que todo hombre tiene en la cabeza, como parte inherente a su naturaleza, encontrar una hembra y hacerla suya. No soy machista si digo que esto no es sólo entre seres humanos, sino que este comportamiento se ve en la naturaleza, e incluso a veces roza la violación de las hembras. Pero, tristemente, hemos de admitir que, aunque somos "personas" y lo que nos diferencia de los animales es nuestro razocinio y la capacidad de pensar y entender lo que los demás sienten o pudieren sentir (empatía), es de entender que cuando ademas influyen algunos factores como las drogas en general o el alcohol en singular, el sentido común ya no se puede aplicar y la gente no actúa tan civilizadamente.

No apruebo que se toque a las mujeres o se las desnude sólo porque se está de fiesta y con ello se esté agrediendo sexualmente a una mujer. Igual que no apruebo que un grupo de mujeres desnude a un tío que está borracho y jueguen con él como si fuera un osito de peluche o un juguete sexual (lo he visto y me sorprendió que las mujeres puedan llegar también a hacer algo así). Pero no es responsable sólo la multitud de ese acto atroz, sino también el individuo que aceptó correr el riesgo de meterse entre una multitud de animales con más alcohol que sangre en sus venas y que además decidió que enseñar su preciosa delantera (quizás sólo parcialmente) como juego inocente para alegrar la vista de los allí presentes era lo mejor que podía hacer. Eso, para mí, es una provocación. Y repito, con esto no estoy justificando tales actos, ni los apruebo. Sólo estoy aplicando el sentido común que los que allí están ya no pueden aplicar. Es estadística y probabilidad, lo que puede ocurrir.
Al igual que una mirada entre dos tíos (signos iguales se repelen) en una discoteca puede resultar en una pelea, incluso cuando el alcohol aún no está presente (aunque es un aliciente), un chico o una chica, puede actuar también de otra manera cuando el objetivo es alguien del sexo contrario.

Es así en un concierto de Heavy Metal, que no deberías estar cerca del escenario si no quieres acabar participando en un Pogo, donde puedes acabar "algo magullado", o no deberías meterte entre el público de seguidores de un equipo con la camiseta del equipo contrario, o no deberías bailar con una copa en la mano en lo alto de tu cabeza si no quieres derramarla sobre alguien cercano provocando una pelea,...

Nadie da derecho a alguien para violar, matar, pegar, acosar,... a otras personas. Tampoco se trata de quedarse en casa y no salir nunca. Sólo hay que ser consecuente y tener un poco de cabeza, analizar lo que puede ocurrir. Y una vez has escogido un camino, aceptar las consecuencias o, en casos graves, comprender el por qué y no repetir el mismo error, aunque no las merezcas. Aunque no sean de tu gusto. Aunque, en algunos casos, traspasen la ilegalidad. El que avisa, no es traidor.


lunes, 11 de marzo de 2013

No tengo tiempo...

Ese día que nunca llega.

Cuando llevas un tiempo queriendo quedar con alguien, cuando te dicen siempre "a ver si quedamos" y nunca llega ese "tan esperado" encuentro, ese día que te quedas en casa en vez de tomar una cerveza con un amigo con el que siempre querías quedar... Cuando eso pasa, no se trata de que se esté o no muy ocupado. Es cuestión de preferencias. Prefieres una cosa a otra.

Seamos claros y sinceros. Ya sea quedar para "verse" o para estudiar o para devolver o recibir algo prestado siempre hay un beneficio implícito e intrínseco. Se puede llamar egoísmo, o si se quiere, hacer algo por el amor al arte. Pero, en mi opinión, siempre hay una retroalimentación. Algo de lo que sacar provecho. Sea o no importante "aparentemente". Y digo aparentemente porque puede carecer de importancia o ser algo necesario según la persona y el momento en el que se encuentre.

Un ejemplo claro sería quedar con alguien para estudiar. Igual alguno de los dos no entiende una parte, siempre se puede apoyar en el otro, porque siempre habrá uno que sepa más de una cosa que otro o viceversa.

Está la ayuda por la ayuda. El "hoy por tí, mañana por mí". Eso me lo han llegado a decir a la cara directamente, y la verdad, no hay nada mejor que esta sinceridad... Porque es así.

Pero,... ¿Cómo puedo decir que una persona no queda con otra sólo por el hecho de quedar? ¿Sin ninguna intención?

Las relaciones se mantienen por un interés mutuo. Aquellas relaciones que no siguen adelante es porque a alguna de las partes no le interesa. La amistad es, hablando claramente, un acuerdo mutuo por el cual ambas partes recibirán auxilio o apoyo en cualquiero momento que sea necesario. Mis amigos saben que yo voy a estar ahí cuando les haga falta. Me gustaría decir que esto es incondicional, pero es mentira.

Yo disfruto con mis amigos, de anécdotas que hemos vivido juntos, hemos sacado provecho mutuo disfrutando de muchas cosas en común que a solas no tendría la misma gracia. Ambos sacan algo de la relación. En el momento en que la balanza gira demasiado a favor de uno por demasiado tiempo no se podrá mantener a no ser que la persona, que en este caso se encuentra en desventaja, haga un esfuerzo superior al que normalmente ha requerido la "manutención" de esta relación. En el plano de pareja sentimental (así como amistad, aunque de otro tipo) se le llama amor. Que es otro contrato con más de lo mismo.

Cuando alguien se encuentra mal y una persona le ayuda a salir de su mala racha, o se siente de algún modo aliviado por algún gesto recibido, siempre tendrá más en cuenta las necesidades de la persona que le ha ayudado a la que no. Aunque a veces entra en conflicto con las prioridades.

Las prioridades pueden tener muchos nombres. Todos son razones de peso para aquel que las tiene como tales, aunque no sean las más acertadas o simplemente no se esté de acuerdo con ello.
Hablando en plata, prioridades son (de mayor a menor importancia):
-Dos tetas tiran más que dos carretas. (Mujeres)
-Quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija. (Dinero, propiedades)
-Dime con quién andas y te diré quién eres. (El qué dirán)
-Nunca te acostarás sin aprender una cosa más. (Aprender, ya sea profesionalmente como socialmente)
-... Y muchas más.

El caso es que si alguna vez notas que alguien no quiere quedar contigo, investiga tu propio historial, y te darás cuenta que no te diferencias mucho de los demás. Si no te interesa lo dejás para "luego". Y si no dejas de pensar en ello, estoy seguro de que en cuanto se te presente la oportunidad estarás ahí para cogerla, sí o sí.

Si no sacas algo que te beneficie, no lo haces. Así es como funciona la sociedad. Incluso ese pequeño encuentro que al final sí realizas después de tanto tiempo sin veros... Incluso eso es para calmar tu yo interno. Seguro que después te sientes mejor. Algo que has hecho porque tenías ganas de hacerlo, porque te sientes bien al saber algo de ese amigo al que hacía mucho que no veías. Si no, no lo habrías hecho.

Nadie está "muy ocupado" en este mundo, se trata sólamente de prioridades.

sábado, 23 de febrero de 2013

Buenos momentos

 Diario de un inmigrante a 23/02/13.


Llega el día que te sientes un poco con ganas de hacer locuras. Te compras un billete que te pasea por toda Alemania en una semana para estar en el carnaval de Mainz y saludar a unos amiguetes de Stuttgart. ¿Por qué iba yo a frenar esos impulsos? Pues ahora como mínimo ya tengo algo para contar en el blog.

Quizás me he comido medio día de viaje en tren. Pero no cambio la experiencia por nada del mundo.

Nunca había visto un paisaje nevado a lo largo de todo un país, al fin y al cabo he cruzado el país de derecha a izquierda y hacia el norte, tipo diagonal. Estaba acostumbrado a campos verdes, montañas en el norte, llanuras interminables de colores cálidos en el sur de España, cultivos de girasoles, olivos, vid, naranjo,... Pero ver todo como si fuera una tarta selva negra tiene también su belleza.

Pasando por estaciones de tren enormes que dicen mucho del país dónde me encuentro y sobre su historia llegué a mi primer destino. Preparado para el Rosenmontag. Disfraz de mujer y para alante. Resultó exitoso, sobre todo entre los hombres -.-

Quién diría que a pesar del frío se puede estar tan bien en la calle bailando hasta las tantas (tantas alemanas son las 12) y pasárselo uno como un niño chico.

Después viaje a Stuttgart con un sólo tren esta vez (hasta Mainz fueron 3 trenes). Y allí a hacer más turismo y a pasarlo bien con los amigos. Cuando llega la hora de volver te das cuenta de lo bien que ha salido y que a veces es mejor una pequeña escapada que estar 3 semanas en el mismo sitio haciendo el vago.

Cuando vuelves, vuelve todo a lo mismo,... a lo mismo que antes era nuevo y cada vez es más normal, más habitual. Ahora empiezo a entrar en lo cotidiano, en un sitio al que vuelvo como si fuera la casa que aún tengo en mi tierra. Creo que tendré que hacer más de estos viajes para no hundirme en la costumbre y dejar de sentir la bendita inseguridad que te hace sentir vivo.

martes, 5 de febrero de 2013

Cosas que cambian y cosas que no tanto...

 Diario de un inmigrante a 5/02/13.


Aún recuerdo como pasaban los días como estudiante. Madrugar, estudiar, comer en casa o en la universidad, estudiar, salir con los amigos, jugar al ordenador, estudiar,... Pero siempre ha faltado algo que ha estado, sin embargo, en todo momento latente.

No sé la sensación que es ver a tu hijo hacer su vida y verle sólo cuando entra por la puerta y cuando sale. Lo que es entrar en su cuarto y que esté ocupadísimo jugando una partida con sus amigos. Qué es intentar hacerle la vida más fácil y que apenas tenga tiempo para agradecértelo.

No tengo ni idea, y supongo que alguna vez me tocará sentirlo a mí pero ahora estando tan lejos de la gente a la que quieres sí que te das cuenta de lo mucho que eran para tí aunque sólo estuvieran en el marco de tu vida, en el fondo, en dónde los veías pero como personajes secundarios de tu vida principal. Ellos estaban ahí y tenían también su vida. Pero su vida, es en parte, la nuestra, sus hijos.

Ahora al estar tan lejos, cuando hemos estado juntos en nuestras vacaciones, hemos hecho cosas que no habíamos (o hubiéramos) hecho antes. Pasear por el puerto, comer juntos más a menudo, compartir momentos también con los amigos de mis padres,... Esas cosas que no las echas en falta hasta que de verdad sabes que no puedes tenerlo siempre que quieras. Esas cosas que estando en casa sabía que podía hacer en cualquier momento pero que sin embargo nunca llegamos a realizar a no ser que fuera un día especial.

No sé si es que le veo todo positivo al haberme venido aquí, y que es por alguna extraña razón de mi querer estar en Alemania desde que soy pequeñín o porque me gusta el idioma. No lo sé, pero ahora cuando tengo vacaciones, no vamos a ver a la "familia" y discutimos porque queremos quedarnos en casa. Ahora nos quedamos porque yo vengo de Alemania, y si se puede se hace una pequeña visita a alguien, pero ahora somos nosotros los que estamos separados, y eso es más fuerte que lo que hasta ahora era indudable y no podía faltar. Ahora somos más familia cuando estamos juntos. Ahora florece lo que antes era semilla y no terminaba de nacer.

martes, 22 de enero de 2013

Seguridad

Diario de un inmigrante a 22/01/13.

Hoy quiero comentar como las cosas cambian al estar viviendo de una forma o de otra, sólo en mi caso, pero no sólo en lo que lógicamente todos podemos pensar. Hacerse la comida, poner la lavadora, limpiar la casa en general, hacer las compras, organizarse, poder hacer lo que quieras y a tu manera,...

Yo me refiero a esas cosas pequeñas que pasamos por alto cuando estamos viviendo con gente o cuando tenemos en otras cosas que pensar. Al estar sólo piensas más en tí y tu cabeza busca en qué pensar para no aburrirte. Son pequeñas tonterías, detalles que damos por hecho y que sin embargo si nos paramos a pensar nos damos cuenta de lo fácil que es acostumbrarnos a la novedad. Creo que hablé de algo parecido hace poco.

Desde que estoy viviendo sólo, algo que ha cambiado de gran manera es posiblemente mi forma de relacionarme con la gente. No digo que sea otra persona o que haya cambiado de forma de ser. Pero seguramente no soy el único que lo nota. Y apuesto a que si lo he notado yo, los demás si me hubieran conocido de antes lo habrían notado también.. Pero, eso lógicamente, es imposible, puesto que mi estado es consecuencia de lo que vivo, y así me han conocido por primera vez muchos aquí.

Cuando llegas por primera vez a un sitio dónde no conoces a nadie te haces a la idea de que tienes que relacionarte con el mayor número de gente posible cuanto antes si no quieres morir de autismo. Y eso hace que seas capaz de aceptar o de llevarte bien con gente a la que igual no te habrías juntado en el caso de que no salieras de tu lugar de seguridad. Esto no es malo, ni es bueno, simplemente es, pero evolucionas de nuevo o, mejor dicho, involucionas.

Cuando eres soltado como un pececillo en una nueva pecera, "cuando llegamos a un nuevo entorno, desconocido, nos adentramos en una carrera en búsqueda de la comodidad que conocimos alguna vez e intentamos crear una zona de seguridad que aún no tenemos y que, mientras nos mantengamos fuera de ella, estaremos alerta y buscaremos siempre el camino a la misma". También hay a quién le apasiona esta zona "de peligro". Yo hablo de mi experiencia.

Ahora estoy notando un ligero cambio. Ahora ya no estoy abierto a cualquier idea. Ahora empiezo a elegir si me parece buen plan o si me apetece ir. Porque es seguro que el no ir no hará que deje de tener esa posibilidad en un plazo de tiempo mínimo. Estoy volviendo a la zona de seguridad. Eso en parte me da miedo.

Si llego a tener una seguridad completa, puede marcar la diferencia para decidir quedarme aquí a vivir... o igual deseo volver a tirarme al vacío y conocer de nuevo esa experiencia excitante que es nadar un río contracorriente. Pues como dijo un tío muy listo hace muchos años: "Nadie se puede bañar dos veces en el mismo río" y si hay algo que tengo claro desde que estoy aquí es que es mucho más emocionante que dejarse llevar.

jueves, 17 de enero de 2013

Retirar nieve

Diario de un inmigrante a 17/01/13.

Hoy he retirado la nieve con la pala. A las 5.30 de la mañana. Sólo estaba yo retirando nieve y los quitanieves. Ha sido una experiencia distinta. Esta vez al llegar al trabajo no tenía sueño o me costaba abrir los ojos. Estaba en forma. Me pregunto si tendré ganas de hacerlo después de dos semanas levantándome antes de tiempo para prepararla.

Cualquiera diría que soy un idiota. Ellos acostumbrados a quitar la nieve y verlo más como una molesta o algo normal que hay que hacer y yo salgo con toda la ilusión del mundo poniéndome música para hacerlo con más ánimo y además antes de irme cojo un montoncito de nieve y hago un mini hombre de nieve encima de uno de nuestros contenedores de basura. Aunque resulta raro hacer esto después de navidad, más raro le parecerá a mis vecinos que a las 5:30 de la mañana tenga ganas de ponerme a hacer un muñeco de nieve y... ¡De hacerle fotos!

Ahora iré a la Stammtisch o (mesO de tertulia, masculina en alemán) a tomar algo y a intentar entender algo de lo que hablen... Porque seguramente se hable más en el dialecto de por aquí que en alemán.


Ya sabéis para la próxima que si véis a alguien realizar una tarea que, normalmente, es desagradable o normal tirando a obligatoria de un modo animoso y casi con alegría, es porque es una persona feliz con mucha suerte en su vida o porque es la primera vez que lo hace. ¡Y creo que esto lo hemos vivido todos!
Con el tiempo vendrá la costumbre junto a las tres o cuatro palabrotas.

lunes, 14 de enero de 2013

Todo es acostumbrarse

Diario de un inmigrante a 14/01/13.

Raro es que escriba un día seguido de otro, pero más raro es que el título que ya tenía pensado me haya sorprendido al darme cuenta de que tiene que ver con lo que quiero hablar y que también se puede aplicar al hecho de que empiezo a coger carrerilla con el Blog.

Yendo al grano. Cuando estás en una tierra que no es la tuya (hablo como si hubiera estado visitando mil países distintos) ocurren 3 cosas.
-Primera: Hay cosas que te sorprenden bestialmente. Tanto que no logras comprenderlo nunca.
-Segunda: Hay cosas que te llaman la atención y que con el tiempo tomarás incluso como costumbre.
-Tercera: Hay cosas que se pasarán desapercibidas. Posiblemente después de un tiempo te darás cuenta de los despistado que te dejan el primero y el segundo caso.

He llegado a esta conclusión hoy al pasar por delante de un parking que lleva ahí desde que he llegado y que está de camino al lugar donde siempre o casi siempre voy a comprar. Es decir, lo he visto, lo he cruzado, he esperado cerca de él, lo he mirado, he reído, he llor... Como iba diciendo, es el caso número 3. Aunque lo lógico ahora es pensar que también hay lugares para aparcar en mi tierra. Cierto. Pero no tantos y tan coquetos como aquí.

Cada empresa/local/supermercado tiene su pequeño aparcamiento, aunque se trate de dos o tres plazas al otro lado de la calle. Están señalizados como aparcamientos para los clientes de la tienda en cuestión y tiene sus horas de utilización en muchos casos. Incluso en las ciudades hay aparcamientos temporales para ir a recoger algo un momento o sacar dinero en el banco de al lado.
Y ahora, al pasar por delante, me he preguntado que por qué no me he dado cuenta o no me ha llamado la atención. La respuesta creo que es clara. Porque me parecía lógico, me parecía bien y porque soy un despistado también.

El caso es que estos aparcamientos no invaden la calzada ni tampoco la zona peatonal. Se construyeron con inteligencia y un saber hacer que después deriva en mejor organización y fluidez que finalmente, elevado a la máxima potencia como país acaba siendo una tierra que tira adelante por su ánimo de superación y costumbre trabajadora. Porque aunque no se crea, aquí se trabaja también para vivir, aunque no sea una vida comiendo sardinas en la playa o sentado en el sofá viendo un partido de fútbol (que también) no quiere decir que no sea una vida digna de vivir.

A lo que quiero llegar es que detalles como estos hay pocos en España y se puede tomar esto como una exageración, pero si tuviéramos en cuenta esos pequeños detalles igual nos iba mejor que ahora. Y lo mismo que se puede tener ingenio para robar a toda un país, también se puede utilizar ese esfuerzo en mejorar las cosas. Porque como dijo mi abuelo, "pesetita a pesetita se hace una casita" que viene a significar que lo que parece no tener valor en pequeñas cantidades o por separado puede llegar a tener un gran valor cuando se valora en conjunto.

Que bueno sería si en vez de renegar y tirar tanto para la tierra aprendiéramos un poco (y ellos también) para acostumbrarnos a estar bien gracias a sacar partido de la más que posible combinación de lo mejor de cada lugar.

Filosofía de la vida: Trabajar para vivir (feliz).

Diario de un inmigrante a 13/01/13.

Fin de semana.
Genial, La noche comenzó multicultural, como nunca,... Un portugués-alemán, una americana-alemana, un alemán-español,... Cómo no, se habló de gramática y de la evolución de la lengua y la extraña y carpichosa forma en que han tomado forma cada una de ellas pareciéndose o diferenciándose entre ellas. Parecíamos catedráticos bebiendo vino caliente (y dulce) con sabor a cerezas preparadas por los anfitriones. Cuando ya estábamos hartos de hablar sobre todos los temas posibles relativos a los idiomas se decidió salir a bailar un rato. Mi sorpresa fue entrar en una discoteca de una ciudad universitaria y escuchar sólo música española y ... Ska-P. La verdad es que estoy impresionado y contento con el acontecimiento. Creo que había poca gente que supiera "bailar" esa música. Pero yo no iba a desaprovechar esa ocasión. Lo único es que nos quedamos dos bailando y nuestros acompañantes decidieron que era mejor salirse a la calle a tomar el aire.
Después seguimos bailando y hasta que aguantamos. Dormir sin límites despertadores, desaynar malamente y para casa en coche acabados.

Y ahora toca ir a la cama, después de la siesta de esta tarde y mañana levantarse temprano para trabajar de nuevo. Pero no es tan malo como suena. Si te lo tomas de modo positivo, como que vas a aprender algo, como que cada día es una aventura en la cual vivirás algo nuevo y de lo que sacarás partido, aunque lo pases mal, poco a poco, se lleva bien porque las malas experiencias también se convierten en sabiduría muy valiosa. Y para poder tener estos fines de semana es necesario trabajar, así que hay que aprender a convivir con este "compañero", y mejor llevarse bien que a matar con alguien que te acompañará toda tu vida en distintas formas o con distintas caras.

Como moraleja para esta pequeña entrada escribiría: Gánale a la vida aprendiendo cada día lo que te ofrece la aventura diaria viendo siempre el lado bueno y tomando nota de cada cosa que ocurre para que forme parte de tí. Tú construyes tu vida. Depende de tí que no se venga abajo con los contratiempos que puedan aparecer.

EDIT: He leído esta frase, y creo que viene muy bien al texto que he escrito: "Los problemas son como los martillos, si somos de cristal nos rompe, pero si somos de metal nos forma"


miércoles, 9 de enero de 2013

Primer día del año trabajando

Diario de un inmigrante a 09/01/13.

Me gustaría que muchos compatriotas pudieran escribir algo parecido al título al comienzo de este año. Querría decir que tienen trabajo. ¿Gracioso? ¿Raro? Espero leer esto en unos años y extrañarme o sorprenderme de lo bien que va todo en el momento en que lo lea.

Hoy he repartido turrón cual contrabandista de dulces navideños por dos departamentos de mi fábrica. Y ha tenido mucho éxito. Os resultará raro, pero es que trabajo en el extranjero y aquí los turrones no se conocen. Junto a ellos (repartidos en varios platos y en piezas pequeñas) he escrito un cartel que avisaba de la dureza y peligrosidad de comerlo sin pensar en la dentadura además de una pequeña lista de ingredientes (Zutaten) y una nota educativa de idioma castellano con el nombre y traducción.
Ha habido preguntas sobre cómo estuve en España, qué tiempo hacía, si me entristece volver a trabajar dejando la tierra y la familia y amigos detrás,... La respuesta ha sido rápida y sin dudas en algunos casos cómo el tiempo (22 grados al sol estas navidades de máxima) y qué tal me lo pasé. Por otro lado no sé contestar si quería venir o no. Es ambas cosas.

Cuando alguien empieza a hacerse una vida en el extranjero aprende muchas cosas y además empieza a encariñarse también. Pero lo que más me hace superponer el quedarme en el extranjero a la nostalgia es las ganas de vivir algo que no he vivido nunca. Supongo que sea también la fuerza que te dan la juventud y la inquietud por lo desconocido (Tuk, Tuk, Tuk). También es el ser independiente y montar tú sólo lo que hasta ahora te han ayudado siempre a construir y mantener, tu vida.

Ahora me enorgullezco en parte de estar en esta tierra (mi segunda Dahoam) y me alegro de haber conocido a mucha gente que nunca hubiera conocido si no me hubiera animado a venir. Me he dado cuenta de que todo es igual en todas partes aunque con otro idioma y quizás con costumbres que hacen todo un poco más complejo de entender o "tragar". Pero las personas son personas y todas funcionan igual. Hay de todos los tipos y colores. Puede que siendo extranjero sufras racismo, pero también "sufres" el interés y las ganas de conocerte de mucha gente que, al contrario de odiarte inmediatamente después de saber tu procedencia, quieren saber más y más y les gusta conocer gente extranjera, porque al igual que yo, consideran el conocerte como algo positivo para su persona, y en mi caso diría para la enriquecimiento de mi personalidad, aumento de mi experiencia social, descubrimiento de la gran capacidad inherente a cada uno para hacer muchas cosas y no conocemos,... En resumen, se trata de una evolución necesaria para formarse, madurar, y curtirse con el fin de poder reaccionar en un mundo que cada día es más beligerante. Y, digan lo que digan, una de las cosas que me han ayudado a seguir adelante es conocer gente, esa es una de las tareas más importantes a llevar a cabo en nuestra vida, socializar, aprender de los demás y mejorar.

Si me estáis leyendo, os aconsejo de todo corazón salir de vuestra querida tierra, conocer mundo correctamente (no de turismo) y, entonces, y sólo entonces, formarnos una idea y una opinión sobre lo que antes era "Alemania" o "España" o "Inglaterra". Si os pasa como a mí, no pensaréis en países, pensaréis en algo más grande, en la clave. Y esa clave no se aprende en ningún libro, se adquiere en la calle.







jueves, 3 de enero de 2013

Ley electoral


Siento escribir algo tan... crítico nada más empezar el año, pero he encontrado esto entre lo que he escrito y me parece interesante y necesario saberlo. Y así empiezo a mover un poco este blog.

"Desilusión, impotencia y pena. Pena, la que me da el sistema electoral español, o "sistemas electorales" por distritos. Es la primera vez que ejerzo mi derecho a voto para ayudar a un partido u otro a tener representación en el senado y el congreso. Tenía ilusión en que mi voto ayudara en algo, y no quise pensar que si votaba tal y como yo quería se iba a perder en el olvido, pero no fue culpa de mi mala suerte, sino mía, que fui tonto. Deberíamos leernos todos el sistema que tenemos para elegir los grupos que nos gobiernan; desproporcionalidad, no democrático y ayuda al bipartidismo en regiones en las que se juegan pocos escaños. Sorprende ver partidos con más votos que otros y menos escaños que los primeros. Es también este sistema el culpable de que partidos nacionalistas de diversas regiones terminen determinando el futuro de una nación entera. El conjunto de partidos que gobierna en España, no es lo que la mayoría de los españoles quiere, sino solución a lo que quieren evitar... Más un resto que no ayuda."