domingo, 23 de noviembre de 2014

Reino de Aragón y del mundo

Esto viene de hace tiempo y aunque no lo parezca, va muy unido a otro texto que escribí hace tiempo.

Primero fenicios, después, griegos, después romanos,... Me dejo mucho por el camino y entremedio, pero es por empezar el texto pareciendo que sé de lo que hablo.

Los reinos, los imperios,... siempre han crecido desde pequeños para alcanzar un momento álgido y caer. Siempre ha sido así.

Los reinos en España fueron muchos y lógicamente cada uno tienen sus raíces. Algunas zonas que estuvieron entre distintas costumbres han evolucionado teniendo también su propia cultura, no menos bonita o interesante que la de las sociedades orígenes.

Me fascina cómo los idiomas son testigo en vida de lo que han cambiado las cosas con el tiempo. Incluso pequeñas diferencias en el mismo idioma dejan entrever diferencias culturales, que aunque nimias, determinan una microsociedad que se siente orgullosa de sí misma. Y me encanta escuchar palabras extranjeras que se parecen o son idénticas a las de nuestra lengua. Es impresionante la cantidad de cosas en común que tenemos y lo poco (y los pocos) que nos damos cuenta...

Todo esto viene al tema catalán. Originariamente un gran reino de Aragón que controló el mediterráneo y algunas tierras que "técnicamente hablando" no pertenecen a lo que hoy llamamos España. Pero pertenecer es algo muy personal. Y cuando se usa demasiado tiende a verse como egoísta e incluso esclavista.

Tema Cataluña. No me gusta hablar sobre él porque haciéndolo estoy alimentando el odio que quieren crear nuestros políticos entre las distintas gentes de lo que aún es España (y de paso, dar de qué hablar al resto del mundo). Es una forma de entretener a la gente, de crear debate y ocultar lo que en realidad está ocurriendo. El independentismo de Cataluña surge cuando la crisis (inventada) azota nuestra economía obligando a muchos a salir a ganarse lo que se merecen en otros países donde son, tristemente, mejor tratados que en su propio país. La corrupción está en todas partes. Cataluña, Andalucía, Valencia, Madrid,...
Pero por qué no profundizamos un poco más en el sentido de la palabra "país". Acaso tiene sentido hablar de España, Alemania o Francia cuando existe una entidad llamada Unión Europea, que compite mundialmente (y no como país o unión, sino como empresa) con otras "entidades" como EEUU, Sudamérica, China,... . Os invito a preguntaros si en realidad existen estos "países". Si en realidad no somos todos esclavos de los banqueros y la economía. Salir de España para formar parte de Europa sólo provocará alargar lo inevitable. Que el término clásico de "País" desaparezca, y lo único con lo que nos sentiremos "patrióticos" es por pertenecer a una empresa u otra. Ser "catalán" o "cántabro" será una forma bonita de definir en qué tierra nos criamos, todo muy romántico. ¿Tiene sentido dividir cuando el mundo tiende a juntarse? Me voy del R.M. para meterme en el Barça. Lo hacen muchos, y no por amor. Por dinero. El dinero mueve el mundo y el mundo somos todos.
Antiguamente guerreábamos por lo mismo que ahora. Por tener poder sobre otras entidades. Por controlar, por miedo a que nos controlen. Si controlamos, no nos controlan. Eso es invertir en seguridad y en bienestar.

¿Qué ganamos si Cataluña desaparece de nuestro mapa político? Pues que los jóvenes de hoy en día aprendan Cataluña como un nuevo país en el mapa europeo. ¿Pero qué será Cataluña? Un grupo de empresas en las que trabajan la gente de Cataluña (no todos catalanes) que compiten por seguir sobreviviendo y ser productivos y dar algo que necesiten otras naciones. Al fin y al cabo lo mismo que será de España. Sólo habrá que pagar más por las fronteras, habrá más gastos de papeleos, más traducción, más complicación en la comunicación. Catalanes que perderán la gran ventaja de ser bilingües. Catalán de primero, inglés de segundo.

No es mi problema. Ni tampoco el de todos los catalanes. Es el problema del futuro de la gente que allí vive. A mi me gusta creer que Europa son un conjunto de países con distintas culturas por donde puedo moverme sin problemas de aranceles molestos. Si para entrar a Cataluña en un futuro tengo que aprenderme dos o tres palabras o frases como "una cerveza por favor", los números o "buenos días", se hará. No me importa, todo sea por el bien de mi cultura universal. Pero la gente se tendrá que ganar la vida igual. Pero quizás no tendrán que molestarse en hablar en español.

Como final quiero intentar explicar el sentido de este texto con un ejemplo:
Soy español. Trabajo en Austria para una empresa que es suministradora mundial. Suministramos en China, México, Europa,... Tengo amigos españoles, austriacos, italianos, alemanes,... Me encanta bailar salsa cubana y beber cerveza bávara. Aquí sólo hay lagos y montañas, no como en Cantabria, donde tenemos el mar cerquísima también. Me gusta mi trabajo y no sé cuándo volveré a mí país, o si me iré a otro lugar o me quedaré en Austria.
Dicho de otra manera:
Nací en el norte de la península Ibérica. Me gano la vida en la regiones bañadas por el río Inn y Danubio, muy fértiles desde tiempos pasados. Tengo amigos muy lejos de aquí y otros muy cerca, ojalá pudiera verlos a todos más a menudo. Me encanta la cerveza de esta zona, pero no se puede bailar tan a menudo como me gustaría. Ojalá cambie en unos años y haya fiestas de baile más a menudo. Es una pena que no tenga el mar tan cerca, pero tampoco tenemos lagos tan grandes en donde nací y el clima es distinto pero a veces lo prefiero. Me encanta mi trabajo aquí y no sé si me moveré a otro sitio, me encanta aprender idiomas y ver otras cosas y desde que estoy aquí echo de menos volver a volar sin rumbo. Echo de menos a mi familia.

Moraleja: llamadle España, Cataluña, Europa o como queráis. Yo me voy a buscar la vida igual y quien enrocarse en su tierra creyéndose por eso mejor, que lo haga. Aunque para mí era ya suficiente fanatismo ligado a la religión. El patriotismo para el que lo quiera.