lunes, 11 de enero de 2016

Paradoja - Capítulo 8 - Ingredientes

9 de Noviembre de 2010.
07:06 am hora local. A orillas del lago Onega. Rusia


Se sentó en la butaca del salón. Se trataba de una casa bastante modesta para un Vástago de su nivel. Aunque se tratara de una Suite bastante cómoda bajo nieve preparada para seres de su raza, deseaba que empezara la acción cuanto antes. No era un zar ni tampoco del tipo que se queda mirando como todos se matan entre ellos sin que el tenga que mover un dedo. Odiaba saber que se estaba perdiendo todo lo que se cocía en Europa por ser una de las figuras más importantes del plan. Tenía que preservar su no vida ante la de todos los demás de la organización y eso, para un ser que tenía varios cientos de años a sus espaldas en los que siempre luchó por sus ideales, vivo y muerto, era bastante arburrido.
No le preocupaba su vida más que la de sus soldados rasos. Pero sabía bien lo que conlleva una gran responsabilidad.
Si todo salía según lo planeado en Berlin, podría comenzar la nueva Cártago desde el centro de Europa. Puede que fuera una locura, pero no más de lo que era ya la eterna lucha entre chiquillos de la Camarilla y Sabatt sin darse cuenta de que así no ofrecen resistencia a la Gehena. Pero esto ya era mucho hablar.

Estaba pensando ya en descansar, era bastante tarde y ya le costaba mantenerse despierto, cuando recibió una llamada de uno de sus súdbitos, o mejor dicho, de sus compañeros de armas, como el gustaba decir.
- ¿Es una línea segura?... De acuerdo,... Bien. ¿Irvin está a salvo?... ¿Un nuevo aliado?...- se levantó de la butaca y comenzó a pasearse por el salón.- Es bastante inteligente para saber si merece la pena contarle algo o simplemente ha de usarle...- frunció el ceño un momento- Está claro que le están siguiendo... Ok, es lo bastante cerca... ¿Has encontrado a algún posible... voluntario? - jugueteó con las zapatillas, mientras sacaba el pie y plegaba los altos pelos de la alfombra. - Lo dejo en tus manos, si es posible mándame un informe de forma segura. El vuelo a Kassel ya está preparado.... Alexei está organizando el refugio y espera tu entrega para el ritual. Informa a tu llegada...-se detuvo un momento observando que empezaba a amanecer y fue a bajar las persianas especiales- Tranquilo. No se lo tomará a mal. Mientras le sigan a él, el resto podrá trabajar... Descansa.

Vladimir caminó hasta la esquina donde había un enchufe a dejar cargando el aparato... Nunca confiaría en ese aparato lo suficiente como para dejar que su batería bajase más de un cuarto del total. Los tiempos actuales cambiaban todo lo que le rodeaba a una velocidad terrible.

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