Compadreo y abuso

No es desconocido para nadie qué es el compadreo, y lo más seguro es que alguna vez hayamos sido beneficiados por este tipo de asociación lícita en muchos casos pero que a todo el mundo molesta siempre que no somos nosotros los que estamos ahí.

No digo nada nuevo creo, y pienso que no me equivoco. Pero es bueno hablar sobre las cosas por si alguno pasa por alto esto, y no lo tiene como base en su moral. Y es que algunas cosas deberían cambiar.

Tiene gracia que después de decir que nosotros tenemos envidia de los que se benefician del compadreo, venga yo a criticar a los mismos. Pero es que el compadreo para ayudar a alguien que lo necesita es aceptable, pero no para ayudar a alguien que ya es poderoso sin ayuda de ningún tipo.

Digamos que parte del profesorado catedrático de la universidad en la que estudio es una familia. Y además tienen cargos en bancos, y no cargos de bajo nivel, de cara al público ni leches. Si a esto añadimos que la mujer no tiene ni zorra idea de lo que está dando en clase, hace que el tema sea más turbio, si cabe. Y para más inri, las clases no se las toman del todo en serio. Ya son varios los días en los que uno de ellos no da clase por temas "que desconozco" o que "prefiero no quiero conocer" pero me imagino, y que ni siquiera avisa por la falta al trabajo a sus alumnos que religiosamente se presentaron en el aula a la hora indicada por los horarios.

¿Por qué la he tomado con esta querida familia? Porque si después de todo lo que he dicho, que ya de por sí me jode el tema de una familia completa dándome clase (en muchos casos sin quitar la vista de los papeles, como si no lo tuvieran muy claro), aún añado que no todos vivimos a 5 minutos de la universidad, igual se entiende mejor mi pequeño enfado, pues el desplazamiento no es barato, ni en tiempo perdido, ni en gasolina.

Pero bueno, no sé si podré decir algo, como reclamar el hecho de que no se tomen en serio su segundo puesto de trabajo por tener otros de los que responsabilizarse teniendo que cancelar clases que YO PAGO. No sé a quién he oído decir que los universitarios no pagamos ni el 80% de lo que deberíamos pues mantener nuestro pequeño hueco en la gran universidad es un hachazo económico para el contribuyente. Creo que no sólo debería molestarme a mí...

Y diréis ¿por qué no pones la reclamación en vez de despotricar contra ellos en un blog que nadie lee? Porque me han explicado, gente que trabaja en la administración de la universidad, que las hojas que pasan por las clases para evaluar el trabajo del profesor a lo largo del curso no son más que un mero papeleo que nadie mira (ni siquiera los profesores) y que está ahí porque hace bonito.

Poco hay que decir, que no se sepa ya...

Aún así, respecto a el ejercicio de nuestro derecho, yo os animo a reclamar siempre todo lo que podáis. Mi teoría es que si atiborramos de estos papeles a la administración, ya sea por cantidad, o por otra cosa, al menos uno llegará lejos y servirá para que las otras mil que se mandaron con ella no sean en vano. Como cuando antaño en la guerra, cuantos más hombres, más fácil era ganar.

No digáis que no servirá de nada... Eso es el espíritu que mantiene una oveja en un rebaño desesperanzado. Pero de ser una oveja, si nadie hace nada por la ley de que todos hacen lo que hacen los demás, haz tú por primera vez y que te siga alguno. Ya veréis como pronto servirá de algo y seremos más los que se muevan y obliguemos a que nos escuchen.